Introduciéndome.

***El siguiente contenido es sólo apto para adolescentes y adultos, ya que puede contener violencia verbal y física, injerción de ciertas sustancias, temas sugestivos o lenguaje inapropiado para menores***



¡Hola! Mi nombre es Stella Cornish, vivo en un pequeño pueblo el cual no pienso que sea necesario mencionarlo. Mi cabello es castaño claro, mis ojos color avellana, no soy muy alta y soy adolescente.

Y como a todos los adolescentes del planeta, por más que lo nieguen, tengo problemas: trato de ir bien pero voy pésimo en la escuela, odio maestros, odio a mis compañeros y estoy enamorada.

Supongo se preguntan el nombre del susodicho... empieza con J y termina con Immy. Asistimos al mismo colegio, sólo que vamos en clases paralelas, tenemos la misma edad y creo que ambos estamos enamorados uno del otro.

El idilio comenzó hace aproximadamente un año, cuando un par de meses después de entrar a clases me volví su amiga gracias a Charlie. Después de hacernos amigos, Theresa, una chica antes agradable pero ahora vuelta toda una p**a, dijo que antes de que yo hiciera algún contacto verbal con Jimmy, el le contó que gustaba de mi; y creanme: en esos tiempos era bueno confiar en Theresa, ahora todo lo que dice es pura mierda que no se debe creer.

En verano, después de un año de verlo a diario, mi enamoramiento disminuyó, repito: disminuyó, pero no se extinguió. Al regresar a clases, y hablar con él por primera vez después de tanto tiempo distanciados hizo que mi enamoramiento volviera a estar a 458%. Y sus ojos, ¡Oh Dios mío! ¡Qué hermosos ojos tiene! Un tono más claro que el mío.

El otro día, Frankie, amigo de Jimmy, me dijo que él le había dicho que todavía gustaba de mi.

Mis hormónas están hasta el tope, tengo tantos problemas, tantas alegrías: malas notas en dos materias, padres en proceso de divorcio, problemas con mi autoestima, amigos, enemigos, canciones que me hacen sentir mejor, amor...

Me tachan de infantil, inmadura, loca, mandona, gritona, prepotente, pedante... ¿Y a mi qué? Me me importan poco los comentarios estúpidos de gente aún más estúpida.

Mi amor por Jimmy no lo supera nada, al verlo, al hablar con él, al pensar en él... me olvido de mis problemas siendo felíz tan siquiera por un misero momento.